¿Y qué si es caro? [Edy]

Se vé que tenía ganas de divertirse,por que me llevó por las calles bastante rapido,en realidad,estube a punto de dar un traspié y comerme el suelo sin querer más de una vez,pero logré llegar vivo al sitió que ella misma había escogido para que pasasemos la un rato,y se ve que tenía buen gusto.The ice sin,me gustaba ese sitio.
Reí un poco por su comentario y al ver como me sacaba la lengua no pude evitar morderme el labio,pero entonces empezó a andar y yo le seguí antes de perderle la pista,andando entre toda la gente mientras no le sacaba ojo de encima

Bebamos primero.. murmuré con una tenue sonrisa,aquella chica empezaba a caerme bien.Parecía ser toda una juergista y,creo que podría divertirme a su lado en aquella discoteca.Entonces vi como se subía un poco a la barra y llamaba a gritos al camarero y solté una risita por esa escena bastante graciosa.Me acerqué a su oido y con una divertida sonrisa le di un consejo que seguro le iría bien Enseña escote,verás como corre a atenderte...
Me mordí el labio inferior al escuchar y al ver aquella mirada y negué con la cabeza Claro que quiero,aun que.. ¿Bailas demasiado mal? pregunté,alcanzando una ceja mientras me esforzaba por no romper en una carcajada

-¿cómo puedes decir semejante grosería? -puse cara de escándalo y de indignidad, fingida, por supuesto, pero luego negué la cabeza como quien habla con un caso sin remedio y me giré hacia su oído para que pudiera escuchar bien.
-Bailo cual bailarina de campeonato -alcé la cabeza con gesto orgulloso y al poco ya estaba riendo.
-¿Enseñar escote dices? No problema -y con una sonrisa que se había tornado maliciosa me acerqué a la barra y me fui desabrochando los botones de arriba de la camiseta.

Reí un poco al ver como se esforzaba por aparentar estar ofendida.La piel se me erizo cuando sentí a la chica hablandome tan cerca de la oreja pero al escucharle no reprimí una cantarina risita que escapó de mis labios En ese caso,estoy deseando sacarte a bailar Agnes.. murmuré divertido con una sonrisa cruzando mis labios.Exageraba,claro estaba,pero iba a ser divertido picandole diciendo que era malisima cuando saliesemos a la pista.
Oí que no tenía problema en seguir mi consejo y me mordí el labio mientras le veía desabotonarse la blusa y,deberiais haber visto la rapidez con la que el barman se acercó a nosotros Que quereis? Preuntó el hombre mientras se le iba la mirada,echo que me hacía muchisima gracia

Vodka negro.. murmuré mirando a aquel camarero que parecía haber picado en el cebo que habían supuesto los pechos tentadores de aquella adolescente.Alcé levemente una ceja al ver el gesto que me hacía y como presumía de aquellas buenas tetas y del uso que había logrado sacarles y la miré así,como con disimulo mientras me mordía el labio.A decir verdad comprendiá al barman,bueno.. al barman y a todos los tíos que había lo suficientemente cerca como para poder haber visto como msotraba escote,que clabaron todos sus miradas en el incluso con deseo.El caso más gracioso fue el de un tipo que iba con su novia y,por mirar ahí,se llevo una buena colleja.

Miré al camarero que,motivado por una ochenta y algo de pechos había preparado neustras bebidas con bastante rapidez y cogí mi vodka para dalre un pequeño traguito,saboreando aquel licor al que era adicto.Había restringido mucho alcohol después de atropellar a aquel hombre y pasarme dos años en el reformatorio,pero ese era uno al que seguía sin poder resistirme.Y seguía con ese traguito y mis pensamientos cuando escuché lo que me digo y alcé una ceja.Reí un poco mientras con la mano libre cogía la suya y ponía rumbo al centor de la pista No me dejes en ridiculo eh.. le pedí a la chica con una divertida sonrisa

Andaba entre la multitud hacia el centro cuando escuché aquel comentario de la chica y ladeé la cabeza con una ceja alzada.Me topé con que su rostro estaba mostrando la misma expresión y no pude evitar reir un poco por ello,mordiendome el labio mientras miraba de nuevo hacia adelante para evitar comerme la espalda de alguien y,por tanto,que la bebida me callese de lleno en la camiseta,cosa que me costó por que de tanto bailar más de uno me dio un golpe que hizo mover el liquido de mi baso,pero logré salvarlo.
Me paré cuando ya estabamos en medio de todos,donde más sonaba la música y donde estaba lleno de tías bailando que Oh My Good! ,como estaban.Dí un traguito al vodka mirando a la joven que acababa de conocer en aquel aburrido café y arrugué la nariz con una extraña mueca por la forma en que bailaba y como se meneaba.Era curioso,parecía toda una profesional con la forma en que lucía su cuerpo,ni que fuese modelo o algo de esto.
Le miré a aquellos ojos celestes que a veces resultaban incluso hipnoticos y la forma en que aquella ceja tan bien retocada formaba un arco que me acusaba por haber propuesto el baile y ahora estar quieto,tenía razón.Asentí con una tenue sonrisa y sacudí la cabeza como intentando liberarme de la verguenza que me daba el ponerme a bailar allí,Una vez libre de ella,no dude en empezar a moverme.Hay que admitir que al principio daba un poco bastante de pena,pero poco a poco fuí amoldandome al ritmo de la cancion,y al ritmo de ella.

El chico era divertido como poco. Conseguí al final que tratara de captar mi ritmo y mis movimientos y, como yo ya lo tenía controlado, bebí un buen trago de mi bebida y la dejé en una bandeja que pasó relativamente cerca de nosotros. Digo relativamente porque me tuve que estirar bastante para alcanzarla , para gusto de algunos.

Gracias a mi carrera y a mi trabajo, moverme y adoptar algunas posturas de baile me costaba menos que soplar, así que sólo tuve que preocuparme porque él no perdiera el equilibrio y cayera encima de alguien, lo que nos acarrearía problemas. Cada vez se llenaba todo de más gente, la hora de que salieran de sus "guaridas" había llegado y los jóvenes de la élite de Manhattan se estaban adueñando del local, aunque bastante decentemente. Por eso cada vez había más gente bailando en la pista de baile, y era más difícil tener espacio.
A mí no me importó, estaba acostumbrada a trabajar, bailar o lo que fuera en espacios pequeños, para adoptar diferentes posturas frente a la cámara o bien para bailar con los amigos, pues no solíamos ir a esos garitos, sino a otros mucho más corrientes.

No dudé en moverme a mi aire, con naturalidad, sencillez y soltura. No era de las que me atragantaba en el baile, pero tampoco iba con un estilo brillante, no, me limitaba a dejarme llevar por la música.