¿Qué hago yo aquí?

El día de entrar a la universidad se acercaba y yo tenía que comprar algunas de las cosas que necesitaba.
Por ese motivo le pregunté a la secretaria que me dijera donde tenía que ir, donde podía encontrar las cosas y ella me dijo que fuera al centro comercial.
Así lo hice, pero me sentía algo fuera de lugar, por no decir bastante.
Suspiré y entré en una tienda de ropa.
Cogí una camiseta y me quedé mirando el precio.

La verdad es que no sabía por qué tenía que comprar ropa.. Era más bien que me había apetecido dar una vuelta y la excusa que le había puesto a mi padre era esa... Pero ahora tendría que comprarme algo obligatoriamente porque le había dicho que era muy urgente lo de comprar ropa...
Con la tontería del accidente no me dejaba muy suelta, pero bueno, la verdad es que tampoco me importaba mucho, él estaba muy ocupado, y esa era la única vez que de verdad me prestaba atención...

Me llevé la mano al bolsillo y conté mentalmente el dinero del que disponía.
Tenía que elegir entre esa camiseta y... comer durante unos días.
Dejé la camiseta y continué mirando la ropa, por hacer algo.
Seguramente esta sería una tienda muy de moda entre los demás estudiantes, pero yo no podía permitirme gastarme tanto dinero en eso y menos para llevarla cuando estuviera en el café trabajando.
Me giré y sin querer me choqué con alguien.
-Lo siento-murmuré.

Iba pensando en mis cosas cuando de repente me choqué, o quizás alguien había chocado conmigo, pero de eso tampoco estaba muy segura.
Lo siento, ha sido culpa mía... -Me disculpé mirando a la chica con la que había chocado

Sonreí débilmente y sacudí la cabeza, negándolo.
-No... yo... debería tener más cuidado.
Recogí mi destartalado bolso del suelo y me puse el pelo tras la oreja, mientras miraba de reojo a la gente que había y que no me quitaba los ojos de encima.
Bajé la mirada, intentando que la tierra me tragara.

Pues en ese caso bienvenida al club... Dije sin pensarlo dos veces.. La verdad es que últimamente tenía la cabeza en cualquier sitio excepto en el que lo tenía que tener, y eso me estaba volviendo realmente loca y despistada...

-Gracias-le dije todavía algo incómoda.
Comencé a andar por la tienda, curioseando o intentando sentirme menos fuera de lugar.
La verdad es que comenzaba a cuestionarme que hacía yo ahí, no en la tienda ni en el centro comercial, sino ahí. Porque si todo fuera asi... no sabía cuánto tiempo podría aguantar las miradas de ese tipo. No las de la chica, si no las del resto.

Sé que no es de mi incumbencia ni nada por el estilo pero... No se te ve muy cómoda... ¿Estás bien?
La chica parecía un poco rara en aquel sitio, como si estuviera tocando ropa de marte o algo por el estilo... Eran unos cuantos trapos cosidos, no era para tanto, ¿o si?

-Es que...-comencé a decir. Suspiré y bajé el volumen-La secretaria de la universidad me aconsejó venir aquí para comprar lo que necesitaba, pero... creo que esto no se ajusta demasiado a... a mi presupuesto.
Volví a suspirar y la miré tímidamente.
No, definitivamente esa tienda no se ajustaba al presupuesto de una chica como yo, que tenía que trabajar para poder pagar lo que la beca no podía.

¿Quieres mi tarjeta de crédito? Solté sin pensármelo dos veces. Se supone que estoy aquí para comprar cosas, y necesito que mi padre vea que he comprado cosas.... Además, no sabe ni la ropa que tengo, no se va a dar cuenta de qué me he comprado o qué no...